22 ene 2006

¿Qué le vamos a hacer...?

Una tarde soleada que solo veía interrumpida su calma por aquel viento frió. Viento que golpeaba las ramas de los árboles haciéndolos mecer, distrayendo mi atención fijada en ti y en lo que vivimos. A lo lejos unos perros ladrando sin descansar. Un poco mas allá mis pensamientos, mas allá de donde mi mirada se pierde entre montañas y nubes grises.

Mi mente repasa palabras, frases, instantes. Tus ojos y los míos frente a frente, sentimientos, el último beso que le siguió a aquel que se suponía era el último. Ahora me atacan, me sacuden muchas preguntas, y cada segundo que pasa, lejos de encontrarles respuesta, hallo más y más interrogantes. Preguntas… quizá nunca tengan respuesta, es posible que todo sea una confabulación de la vida para que no deban tenerla.

Hoy, cuando la humanidad le ha dado a la vida un rumbo epicúreo, es cuando mas se extraña lo que siempre hemos tenido, la capacidad de sentir. Soñamos con crear una vida de riqueza y goce. En ese proceso se nos va el tiempo creando un sueño en lugar de una vida. Ahora habitamos un mundo donde la rutina, la avaricia, el orgullo y la necesidad de poder se intentan anteponer a lo que realmente, pero no por ello lo único, hace valioso vivir aquí, la interacción sentimental de una sociedad. Lo doliente de ello es que a pesar de que muchas personas nos resistimos, cada vez es más difícil.

Que le vamos a hacer... Uno crea, construye, simplemente idealiza ese mundo perfecto. Un mundo con cosas maravillosas, al lado de esa princesa. Pero simplemente no se puede vivir así… No siempre las cosas son como uno sueña, me atrevería a cambiar la expresión “no siempre” por “casi nunca”; pero quien soy yo para osar a generalizar sueños inconclusos.

Que le vamos hacer… Como lo dije una vez. Tú sabes perfectamente cual. Eres la magia, el hechizo, el gran secreto. Eres el alma, la pasión, la intensidad, la alegría. Tristemente ahora ya... eras la belleza iluminando mi vida.

Hubiera querido mirar tus ojos toda mi vida. Besar tus labios hasta mi muerte. Anhelaba amarte y que me amaras eternamente. ¿Qué le vamos a hacer…?

Luis Eduardo Escutia Hdez. (22/01/06)

1 comentario:

Anónimo dijo...

esa pregunta me parece algo cerrada....
si no hacemos algo los sueños si se pierden, pero si luchamos por ellos continuarán viviendo por siempre y claro que son alcanzables y tu eres un ejemplo de ello, no olvides tus logros y dale tiempo al tiempo.

Gracias por pensar siempre en mi.